Muchas personas necesitan de ayuda para poder alimentarse o tomar medicamentos, bien sea porque están en coma y no tienen manera de ingerir nada de forma voluntaria, o bien porque se niegan por alguna razón a alimentarse o curarse. Para esos casos se utilizan las sondas nasogástricas (tubos que se introducen por la nariz y se conectan con el estómago) o las gastrostomías (un orificio que se practica en la pared del abdomen para introducir una sonda de alimentación en el estómago).
Cuidados básicos del paciente con sonda:
- Hay que limpiar la boca tras cada toma de alimento o al menos dos veces al día. Para ello deben cepillarse los dientes y la lengua con un antiséptico o elixir, intentando que no se trague líquido.
- Hidratar los labios con crema de cacao o vaselina al menos dos veces al día.
- También se deben limpiar las fosas nasales con cuidado, utilizando un bastoncillo de algodón humedecido con agua caliente o templada.
- Aplicar crema hidratante en los orificios nasales para evitar irritaciones.
Cuidados de la sonda nasogástrica:
- Lavar la sonda con agua jabonosa diariamente y secarla bien.
- Limpiar el tapón de la sonda cuidadosamente y secarlo bien para evitar que se quede pegado.
- Cada día es conveniente apoyar esta sonda en un lugar diferente para evitar que la piel se lesione.
- Cambiar el esparadrapo o tirita cada día.
- Si nota que la sonda se oscurece, presenta grietas u orificios, avise a su médico o enfermera.
- El cambio de la sonda lo indicará el médico o enfermera cuando lo crea oportuno (el tiempo máximo recomendable es de 6 meses).